José: Patrón del Askada I

 

  • Mi padre no quería que yo fuera marinero, pero a mí me gustaba mucho. Me subía al barco y me escondía en el salvavidas y cuando él me descubría ya estábamos en el mar. Finalmente, mis cuatro hermanos y yo fuimos marineros y no sabemos nadar porque mi padre decía que el mar era muy peligroso.
  • Hoy para ser marinero exigen mucho. Tienen que estudiar demasiadas cosas y mínimo dos años para poder sacar los títulos ¿y de dónde sacan los jóvenes el dinero para pagar tanto curso? Ese es el motivo por el que cada vez hay menos marineros. Marinero es el que sale al mar con sus padres y aprende en el mar; esa es la verdadera academia.
  • Las nubes te dicen por dónde viene el viento. Las nubes “amoladeras” que aparecen en lo alto del pinar nos avisan que viene viento fuerte del sur. Ahora cada cuatro horas te informan por la emisora de cómo está el tiempo, pero nosotros seguimos atendiendo al cielo porque no nos fiamos del todo.
  • La “piedra picúa” estaba dentro del mar, siempre de remojo. Nos servía de guía para saber que íbamos derechitos y bien hasta la costa de Mogán.