- Nunca se han planteado otra opción laboral que no sea el mar. «Esto es lo más divertido».
- Una tarde encontramos tanto bonito que lo pescamos con la traíña. Eran tantos que entraban y ya no podían salir. Un marinero tuvo que tirarse al agua e ir sacando los bonitos uno a uno, pues al morirse se van al fondo de la red y no los podían sacar. ¡¡Sacamos 1.500 kilos!!
- Rompimos la red en la punta del muelle de Mogán. Tuvimos que ser remolcados para poder desengancharla. Pero lo peor es que tuvimos que pasar una semana cosiendo sin poder salir a faenar. Se aprende a coser observando a los demás.