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Los Mansos, los Guedes, Los Rubios, los Artiles, Los Trujillo, Los Pardela… cada familia un nombre, cada zona unas familias. Muchos son conocidos por sus apellidos y algunos no saben el porqué del sobrenombre por el que se les llama pues lo heredaron de sus padres, y estos de sus abuelos.
Dicen algunos que esos “nombretes” eran una forma de agrupar filias y fobias entre familias marineras. ¿Cuándo, dónde y por qué empezaron las rencillas? nadie se acuerda ya pues hoy todos son una gran familia, unida casi como una piña.
Los barcos, por su parte, aunque tienen su numeración de matrícula oficial, son identificados entre los pescadores por el nombre con el que se les “bautiza”. Elegir el nombre de un barco no se hace a la ligera, pues en él se “vuelcan” de alguna manera las ilusiones, pasiones o sentimientos de quienes los nombran. Personajes admirados, familiares, destinos soñados o un gran amor,son solo algunos ejemplos.
