Cómo pescamos

Los barcos y artes de pesca son nuestros instrumentos de trabajo y los cuidamos como a un miembro más de nuestras familias

LOS BARCOS

La flota pesquera de Gran Canaria se compone de embarcaciones de fibra o madera de eslora inferior a 15 metros, siendo el grueso de la misma de esloras comprendidas entre 6 y 9 metros. En general es una flota antigua, polivalente en gran medida y escasamente equipada.

En general, el ritmo de modernización de la flota artesanal, especialmente la de menor tamaño, se ha reducido paulatinamente en los últimos ejercicios como consecuencia de la caída de la rentabilidad y por las limitaciones administrativas para las inversiones a bordo. En cuanto a la flota mediana (atuneros y algunos artesanales) goza de un elevado nivel técnico, alcanzado en gran parte por el apoyo de los fondos europeos. Por otro lado, se observa la presencia de embarcaciones sobredimensionadas en relación a los recursos pesqueros disponibles y a las estrategias productivas.

La flota canaria, presenta una alta especificidad, adaptación y conocimiento del medio marino canario y de las aguas del Atlántico medio.

Los barcos de pesca profesional de la isla, como sucede en todo el territorio nacional, se registran en el Censo Nacional de Flota Operativa, en la lista tercera de buques destinados a la captura y extracción con fines comerciales de pescado y otros recursos marinos vivos.

Por eso, la matrícula de los barcos de pesca profesional empiezan siempre por 3, siendo fácilmente distinguible de listas correspondientes a otras categorías (7, pesca recreativa sin fines comerciales; 2, transporte de pasajeros y/o mercancías, etc.)

LAS ARTES DE PESCA

Los pescadores profesionales en Gran Canaria pueden utilizar una serie de artes de pesca clasificadas en tres tipos: trampa, red y anzuelo. El tipo de fondo sobre el que se utilizará el arte (roca, arena o mixto) y/o la profundidad a la que se realice la pesca (a más profundidad, tallas más grandes) determinan la características del arte de pesca a utilizar (dimensiones, luz de malla).

Salvo excepciones, la mayoría de las artes de pesca artesanal operan a poca profundidad (0-150m) (González et al. 1992, Rico et al., 1993), coincidiendo con la zona de mayor diversidad de especies, por lo que la variedad de especies capturadas es enorme.

Nasa para peces:

Clasificada como arte de pesca menor y de tipo trampa es el más utilizado por los pescadores profesionales de Gran Canaria por su fácil manejo y su gran resistencia a temporales. Fabricadas con material degradable, sus dimensiones suelen ser de tres, seis o doce metros de circunferencia, variando el tiempo de permanencia en el agua entre tres y diez días en función de su tamaño y el estado de la mar. Utilizadas todo el año, las nasas pequeñas suelen calarse a poca profundidad (“en orilla”) y principalmente en los meses de invierno, mientras que las medianas y grandes se calan a diferentes profundidades a lo largo de todo el año (excepto durante la zafra del atún).

Con las nasas se capturan, principalmente, peces comerciales de diverso tamaño, tales como samas, bocinegros, sargos o viejas, y algunas especies como salmonetes, gallitos y pulpos, muy difíciles de capturar con otros métodos. Una característica muy positiva de las nasas es que los peces llegan vivos a bordo, lo que permite devolver al mar de inmediato las piezas pequeñas y las especies no comerciales. Con este arte el pescado llega vivo a tierra, asegurando su gran calidad al conservar mejor sus propiedades nutricionales, organolépticas y de permanencia en la cadena de frío.

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Clasificado como un arte de pesca pasivo de red, es muy poco selectivo tanto en tallas como en especies por lo que sólo está permitido su uso en determinadas zonas y/o épocas del año.

A una profundidad mínima de 30 m se despliega una red de nylon, prácticamente invisible bajo el agua, que permanece “calada” hasta el día siguiente a la espera de que los peces queden enredados/embolsados en ella. Esta red, que se emplea fundamentalmente para la captura de chopas y viejas, debe estar balizada e identificada y no pueden sobrepasar los 350 m de longitud con una luz de malla superior a los 82 mm.

 

 

Sus épocas de uso están reguladas por normativa específica según se detalla a continuación:

Zona Período temporal Aguas
Roque de Gando – Punta de Jinámar todo el año en aguas interiores
Punta de Maspalomas – Barranco de la Verga todo el año a dos millas de la costa en aguas interiores
Baja del Negro (Agaete) – El Molino (puerto de Agaete) mayo a septiembre aguas interiores y exteriores
Punta Cabezo Grande (Las Palmas de Gran Canaria) – Punta Moreno (Guía) junio a septiembre excepto sábados domingos y festivos en aguas interiores
El Roque (La Isleta) – Punta Jinámar junio a septiembre excepto sábados domingos y festivos en aguas interiores
Palangre:

Este arte de anzuelo, que debe estar balizado e identificado, no puede sobrepasar los 2.000 m de liña madre (longitud total del arte).

Clasificada como arte menor, la pesca con palangre se emplea principalmente para la captura de peces de gran tamaño (samas de pluma y roqueras, meros, medregales, tiburones y merluzas), y requiere aguas mínimamente tranquilas. La selección de especies a capturar con este arte depende en gran medida de la profundidad y del tipo de fondo donde se cale (roca, arena, mixto, etc.), así como del tamaño del anzuelo.

Normalmente, el palangre se utiliza de noche, cerca de tierra para capturar especialmente bocinegro; de día se cala en “marisco” a profundidades medias de 120 m y sobre 200 metros para la merluza.

Caña para atunes:

Este arte de anzuelo es utilizado para la pesca dirigida a todo tipo  de túnidos, mayoritariamente, entre los meses de abril y octubre.

Los atunes se atraen hacia la zona de captura con chorros de agua a presión en la superficie del agua y el cebo vivo que se va liberando para atraer y confundir a los peces (“hacer bulla”), que son finalmente pescados con grandes anzuelos de uno en uno.

Potera:

Este selectivo arte de anzuelo, utilizado únicamente para la captura de potas y calamares, está compuesto por una liña madre de la que pende una pieza cilíndrica que tiene en su extremo una o varias hileras de anzuelos u otros elementos punzantes.

Red de cerco: sardinal o traíña.

Este arte activa de red es muy utilizado por los profesionales de Gran Canaria para la pesca de pequeños pelágicos costeros como longorones, sardinas y caballas. Es de gran importancia para la pesca del atún, ya que con él se captura el cebo vivo que la pesca del atún requiere.

Para “calar” este arte de pesca se requieren dos barcos que trabajen coordinadamente. El buque más maniobrable debe cercar con la red, tan rápido como sea posible, al cardumen (masa de peces) previamente detectado y/o atraído con luces de gran intensidad.